sábado, diciembre 31, 2011

232. ¿A quién nos queremos parecer? (III: ¡Finlandia!)

Para terminar con el análisis de los modelos educativos más exitosos (ver ¿A quien nos queremos parecer, I y ¿A quién nos queremos parecer, II), llegamos a Finlandia, donde Reijo Aholainen, director del Ministerio de Educación y Cultura (no Educación y Empleo, ni tampoco de Instrucción) señala 5 puntos clave del éxito de su país, pero antes aporta algunos datos:
  • En los años 90, Finlandia, país agrícola, sufría una dura recesión y mucho paro.
  • Se traspasaron fondos de Defensa a los colegios tras el colapso de la URSS.
  • Finlandia invierte 200.000€ en educar desde Primaria hasta la Universidad.
Y aquí van las cinco claves:
  1. Los profesores son gente VIP (y no Vilipendiados, Injuriados, Puteados, como aquí equivaldrían esas siglas): la docencia es una profesión prestigiosa y bien remunerada. Sólo son profes los mejores y el entrenamiento no cesa durante toda su carrera.
  2. Gratis total (vade retro Satanás, piensan Esperanza y la Figar): nunca falta financiación. Pero ojo al dato: CASI TODAS LAS ESCUELAS SON PÚBLICAS Y MUNICIPALES. Transporte escolar, libros y comida, igualmente gratuitos. Aulas bien equipadas, un ordenador por cada dos alumnos.
  3. ¿Y los niños que tienen problemas?: clases de apoyo para ellos en el mismo cole, aparte de que se les asigna un tutor. Por ejemplo, si alguien no conoce el finés, en la clase se mete un traductor con el alumno y después los contenidos (ya fuera del aula) se le repiten en su idioma y en finés (igualito que aquí: el que tiene problemas, que se joda, que ya se han malgastado suficientes fondos con la LOGSE).
  4. Leer, leer y leer. Se trabaja mucho la lengua y la enseñanza de otras lenguas es vital (y seguro que no impartiendo naturales y sociales en inglés, como pasa con nuestro gilingüismo).
  5. Los padres cooperan. Clases cortas y prácticas. Prevalece discutir a memorizar. Artes, cocina, deportes... Honradez y trabajo como premisas. Por algo es una sociedad de las menos corruptas (esta es otra clave: nuestra corrupción la amparamos entre todos porque en el fondo aplaudimos al que malversa porque nosotros querríamos hacer lo mismo, y por eso los fraudes se dan en todos los ámbitos, desde Iñaki hasta la Pantoja, ejemplo de cómo una imputada no sólo cumple la condena que debería, sino que encima nos "canta" las campanadas porque tiene relevancia social y no queda marginada, pasando por el que no declara sus impuestos o el que choricea unas vueltas si el camarero se confunde).
¿Tan difícil sería importar un sistema parecido al de Finlandia? ¿No está demostrado que funciona? ¿A quién se quiere engañar cuando nos vienen con recortes, con medidas que lo único que consiguen es desmotivar al profesorado? ¿No es clave educar en valores? Está clarísimo que no interesa este modelo.

Para acabar, me he encontrado por casualidad, buscando datos para documentar esta entrada, el siguiente informe de la Comunidad de Madrid reflexionando sobre el sector público. A mí me resulta, cuanto menos, sangrante, que se jacten de reducir el peso del sector público...

1 comentario:

amelche dijo...

Con todas esas condiciones que mencionas, imposible no tener éxito en el sistema educativo. Nosotros no tenemos ni la cuarta parte de eso y, encima, cada dos por tres cambian las leyes educativas para marear más la perdiz... Feliz año, a pesar de todo. Un abrazo.